ARTE/ART:
Fuente: Héctor Álvarez
HA COMUNICACIONES MEDIA.
Fotos. Cortesía
Hacer empanadas, ricas, variadas, siempre apetitosas, alimenticias e inimitables, es una buena costumbre venezolana que usted encuentra en todas partes. Harina de maíz, amasar, aplanar, poner el relleno, doblar, colocar lo que será su distintivo de sabor, con la puntica doblada, el huequito de lado, el pedacito quitado, freír, son pasos que llevan a sonrisas de gusto y alegría de buen venezolano.
Todo eso lo presenta, con sorprendente habilidad y amor, la escultora venezolana Dora Gabay, en un grupo escultórico que nos muestra la satisfacción de una cordial y hacendosa mujer de amable expresión preparando sus empanadas, y la entusiasmada expectativa de un niño que espera su preferida.
Son la mujer y el niño que se miran amorosamente, ella con la clásica dulzura de la mujer venezolana, la mesa, la tablita donde se extiende la masa, las empanadas ya preparadas, con sus códigos que harán distinguir los diferentes sabores, las manos mágicas preparando una, la vigorosa emoción del niño.
Acertadamente el nombre de este nuevo grupo escultórico de Dora Gabay es “¿De qué la quieres?”; todo, figuras y sentimientos, en tamaño natural, tan vivos los gestos que a uno le provoca pedir su propia empanada.
En el centro, y no es publicidad sino realidad y reconocimiento, el paquete abierto de esa harina de maíz que todos conocemos, y que por años ha sido producto de primera necesidad para nuestros desayunos criollos donde el eje principal es la arepa o nuestras empanadas que inician con optimismo y buena cara nuestras mañanas.
Dora Gabay da así un paso más en una colección de esculturas y grupos escultóricos que animan tradiciones y características de lo más hondo de Venezuela en el comer, bailar, pasar el rato, tentar la felicidad y profundizar nuestra conciencia de nación.
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