PERFUME:
Fuente. Lic. Carolina Goicochea Palacios / Lic. Alessandra Lossada
GPC Consulting
Fotos. Cortesía
Equilibrio, fuerza, calma y coraje son algunos valores que transforman a este reconocido perfume en un ícono dentro de su categoría
La isla Pantelleria, ha sido causa de fascinación a lo largo de la historia por sus bellos paisajes nacidos de erupciones volcánicas; razón que le sirvió a Giorgio Armani de capturar la inmensidad de este singular lugar en una fragancia, la extraordinaria luminosidad, la pureza y la inexplicable sensación de libertad y frescura que dan sus costas. A 20 años de su lanzamiento, Acqua di Giò sigue siendo un representante por excelencia de la esencia masculina.
“Esta fragancia es una esencia etérea, con una elegancia impecable: es profunda y sensual, pero al mismo tiempo está libre de superfluidad. En este sentido, es una expresión concretada de los valores de mi trabajo: personalidad, elegancia y masculinidad consiente”- Giorgio Armani.
Acqua di Giò se creó en 1996 siendo una oda a la naturaleza, pero no de cualquiera, sino de aquella que simbolizara lo intenso y lo esencial. Un regreso a las raíces, una reconexión con el ser.
Este perfume, ofrece al hombre una conciencia renovada de su cuerpo a través del agua mediante la combinación de caqui que aporta un ímpetu afrutado, un frescor muy masculino que da paso a una serie de notas marinas, puras y diáfanas, que se tiñen de los matices de la bergamota de Calabria, inundados de claridad y transparencia, para luego culminar con cálidos acentos de pachulí que se mezclan con vibraciones íntimas de cedro y almizcle. Una sensualidad ineludible que permanece en la piel, tal como el mar deja su trazo de sal. Nunca antes una fragancia había podido representar el agua con tanto poder, fuerza y veracidad.
Para contener un perfume tan poderoso, se necesitaba una botella fuerte pero simple, un rectángulo de vidrio escarchado con una tapa metálica de color arena; puro, sencillo y elegante que marcan la simplicidad y la distinción. Una apariencia áspera y traslúcida, como si el frasco hubiera sido creado por el poder de las olas y la arena.
El hombre Acqua di Giò es un individuo que está en armonía consigo mismo y con el mundo. Se revela un poder que no nace de la dominación, sino de una fusión con la naturaleza serena, una alianza armoniosa, una fuerza interior radiante. La energía que se encapsula dentro del perfume inspira a las generaciones más jóvenes a adoptar una actitud calmada, fuerte y varonil que lo trasforman en el hombre que desea ser.
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