PERFUME:
Fuente. Lic. Carolina Goicochea Palacios / Lic. Génesis Centeno
GPC Consulting
Fotos. Cortesía
Julia Roberts y James Gray se unen para un nuevo comercial que refleja la felicidad y enciende la pasión universal
En el 2012, Lancôme tocó la fibra sensible de las mujeres de todo el mundo a través de la afirmación de su derecho a ser felices, un decreto traducido en deliciosas notas olfativas bajo el nombre de La vie est belle, L’Eau de Parfum. Son pocas las fragancias que han logrado el éxito a nivel mundial como lo hizo La Vie Est Belle, la cual se ha posicionado en el top de las fragancias favoritas de las mujeres.
Una de las razones para esta duradera pasión es el mensaje central de La vie est belle que decreta que la felicidad es una elección capaz de liberarnos de las convenciones sociales. Otra, es la reinterpretación de la felicidad en cada aspecto de La vie est belle, desde la firma única de su esencia hasta su sonriente botella de cristal. Y, lo más importante, la mujer elegida por Lancôme para encarnar la posibilidad de la felicidad: Julia Roberts, actriz y embajadora de la marca desde el 2010.
¿Quién mejor que Julia Roberts para hacernos creer que la felicidad es real, tan simple y tan accesible como la sonrisa más bella del cine? Su inteligencia, aura y generosidad han resistido la prueba del tiempo, con la realidad aparente de triunfar en cada paso. Julia Roberts es una mujer cuyo talento, sentido de compromiso y discreción refleja los valores de Lancôme y su visión del mundo.
Hoy, después de tres años, La Vida Es Bella vuelve con nuevos aromas florares, que son deliciosos e irresistibles, formulados en línea con las reglas de la Alta Perfumería Parisina. Lancôme ha trabajado con y alrededor de Julia Roberts para crear este nuevo capítulo en la historia de esta icónica fragancia.
La figura del director de esta pieza necesitaba a uno de los hombres más grandes y arriesgados del cine contemporáneo, y no podía ser otro que James Gray, quien es el encargado de la delicada e inspiradora tarea de la puesta en escena de este nuevo cuento, dedicado al despliegue de la felicidad, una labor trascendental: introducir una nueva película para una fragancia que hoy es icónica en la perfumería del mundo.
Una hermosa mujer sonriente se eleva en el medio de una cena dentro de una habitación grande y formal. Ella avanza hacia un destino desconocido e incierto junto a los otros invitados que siguen naturalmente su estela: el poder del carisma y la convicción. Hay un obstáculo delante de ella: una pared que se desintegra en polvo de diamantes cuando ella lo toca. Una escarcha de lluvia que cae al piso para descubrir un nuevo lugar: se aprecia una elegante noche y una inigualable y elegante multitud. Esta es la esencia de la película, convertir al espectador en testigo de la tranquilidad de una noche de verano parisina, para finalmente sumergirlo en la alegría de bailar y estar juntos. ¿Cómo resistirse a la felicidad? Cómo no ver que cada momento es aún más intenso cuando se comparte y cómo no decir: ¡La vida es bella!
Lancôme envía este nuevo comercial al mundo como un mensaje envuelto en una película que habla de la negación a vivir con limitaciones y la necesidad de buscar la belleza siempre más allá; revelando el verdadero sentido del logro personal. Sin lugar a dudas, una vez más, la fragancia estelar de Lancôme se convierte en un viaje que nos demuestra un nuevo mundo de infinita felicidad accesible para todos. Una felicidad desligada de las convenciones que han sofocado al mundo durante tanto tiempo porque hoy más que nunca, La Vida Es Bella.
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