En un acto de fe, cultura y arraigo TARBAY celebra a la Virgen del Valle con una tradición que muestra su esencia marina
TARBAY nació en la Isla de Margarita, al igual que sus fundadoras, Ana Sofía y Marta Tarbay, quienes se inspiraron en su entorno para dar vida a una marca de Island Glamour, un concepto que define la esencia de la marca: frescura, naturalidad y bienestar, sentimientos que emana la cercanía al mar. Para la marca, nacer en Margarita significa sentir arraigo y devoción a la Virgen del Valle, por lo que TARBAY honra a esta advocación mariana con una representación artística de la virgen cada año y, desde el 2022, uniéndose a la peregrinación marítima de los pueblos costeros.
Crear una nueva obra de arte en honor a la virgen, año tras año, es un trabajo íntimo de Marta, directora de diseño de TARBAY, y es una demostración de fe, de compromiso con las raíces, con el arraigo y con lo que significa ser margariteño. Una obra con convicción y de gran energía que impulsa a la marca a llevar su relación con la comunidad más allá, promoviendo el conocimiento y la divulgación de las tradiciones margariteñas, como lo es la peregrinación marítima de la Virgen del Valle, que se celebra cada 8 de septiembre, y que consiste en un recorrido de la costa de la isla en pequeñas embarcaciones pesqueras conocidas como peñeros para honrar a la patrona de todos los marineros.
En esta edición, TARBAY llevó a más de 40 personas a conocer esta divina experiencia en compañía de Viajes Humboldt, Bodegas Pomar, Polar Light, Caroreña Verano y Hotel Isabel La Católica, como una actividad que promueve principalmente la cultura y también une el turismo, la moda y el desarrollo económico de la isla.
El recorrido de 3 horas inició en la bahía de Pampatar, donde los invitados se embarcaron en 3 peñeros para llegar hasta el muelle de La Caracola y unirse al acto del emblemático Buque Escuela de la Armada Nacional, pasar por El Farallón y apreciar la belleza de esta gran formación rocosa en medio del mar con una virgen en su cúspide, y, finalmente, regresar al punto de inicio para concluir en un almuerzo especial en el restaurante Juana La Loca.
Esta experiencia estuvo cargada de mucha emocionalidad, espiritualidad y magia, acompañada por la forma de ser tan particularmente alegre del margariteño. Un ambiente de felicidad que te hace sentir acobijado y protegido bajo el manto de la virgen y de Dios. Más allá de la religión es una experiencia de vida, un momento único de conexión que al estar rodeado del mar te hace sentir pequeño y grande a la vez.
El valor que TARBAY da a esta experiencia viene de la conexión a sus raíces, a la isla y a rescatar sus tradiciones y fomentar el arraigo y la cultura, esperando poder repetirla año tras año al igual que su obra de arte en tejidos metálicos y gemas dedicada a la virgen y al sentir magariteño.
Info. Blue Press Service /Aura Marina Hernández
Photos. Courtesy
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