EXPOSICIÓN:
Fuente. Elena Marcano Requena
Fotos. Cortesía
Con esta exposición regresan el espectáculo y la fantasía a la avenida Andrés Bello de Los Palos Grande , renovando el rito y la invocación de la más sana y más bella de las emociones humanas. Como decía el escritor alemán Johan Paul Richter: “La alegría es el cielo bajo el cual todo prospera”.
La escultora venezolana Dora Gabay es mucho más que una extraordinaria escultora venezolana. Es, sin duda alguna, la imaginación modelando sueños, esperanzas y expresiones que son almas muy activas y libres en bronce y resina. Sus obras extraordinarias y espléndidas están, con sobrada razón, en exigentes colecciones en Venezuela, Centroamérica, el Caribe, Estados Unidos y Europa.
Con una trayectoria artística de 22 años, 8 exposiciones individuales y más de 9 colectivas, toda una sucesión de demostraciones del arte plástico con expresión propia e inimitablemente original. Se puede decir que Dora Gabay tiene el cerebro en la cabeza pero el corazón y el alma en las manos, ya que sus esculturas son expresiones de amor, alegría, inocencia, miradas de ternura, seguridad, ingenuidad y de buenos pro pósitos cargadas de profunda humanidad.
Dora Gabay es una venezolana de actos humanos y rellena de la sencillez de las mujeres que palmean hábilmente masa para preparar arepas y empanadas. Es de esas mujeres, que cierran los ojos, aprietan el cuerpo y sueltan los labios abriendo puertas a besos, que no por golosos son menos amorosos; así es esa mujer esplendorosa del sol barloventeño.
Creadora de mujeres que desgranan las frutas de cacao con cara de la satisfacción de la buena tierra y habilidad de tradiciones centenarias; heladeros que con un sabor envuelto en papel de colores engrana las ilusiones de los niños.
Y hasta un San Miguel Arcángel armado y bondadoso que desciende, en el enorme lobby de uno de los más recientes y modernos edificios en la sofisticada urbanización Las Mercedes de Caracas, no para atacar sino para recibir y defender.
¡Qué Alegria! es todo un universo de sorpresas y colores que componen el circo de las maravillas de la conocida escultora donde el espectáculo y la fantasía impregnan el quehacer plástico venezolano.
Con esta muestra Gabay invita a todos “a seguir con el espectáculo porque en esta carpa los valientes, los bondadosos, los honestos, los amorosos, siempre harán un buen papel. El Dueño de esta tienda todo lo ve y algún día nos llenará de luz y nos llevará has ta El para acompañarlo en su difícil y ardua tarea y seremos parte de la luz que ilumina al gran circo de la vida”.
Una colección variada de piezas llenas de colores e imaginación, un deslumbrante ejército de zanqueros, maromeros, trapecistas, acróbatas, equilibristas y “porfiaos” de brazos cruzados, ceño firme y bondadoso. Todas esculturas originales, llenas de movimiento y espontaneidad e intensamente humanas, una obra que se abre en colores, actitudes y miradas que captan nuestras almas.
Hasta el 18 de diciembre el público caraqueño podrá disfrutar con el universo de sorpresas y colores de este circo maravilloso de vida de Dora Gabay en la Galería Dimaca. Todo un zaperoco de arte para sonreír y reencontrarse con la felicidad.
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