Por. Dr. Claudio Emilio Pompilio Quevedo
Editor/Director Internacional de SUROESTE @suroesteonline_magazine / @claudiopompilio_mag
Foto. Creación de CEPQ por medio de Gemini
Querido lector. En este día tan significativo, mi pluma se convierte en un puente que busca conectar corazones y memoria. Me he propuesto adentrarme en la esencia del doce de octubre, y lo hago con la emoción de quien desempolva un álbum familiar lleno de historias que nos definen.
El 12 de octubre de 1492 es, ante todo, una fecha de referencia histórica monumental: el día en que la expedición liderada por Cristóbal Colón, bajo el auspicio de los Reyes Católicos de España, llegó a la isla de Guanahani (en las Bahamas, hoy conocida como San Salvador).
Más allá de las polémicas que rodean el término "descubrimiento"—que por justicia histórica debemos reconocer como un "encuentro" entre dos mundos—, este evento marcó el inicio de una nueva era, dando lugar a lo que hoy conocemos como la Hispanidad.
En España, se celebra como el Día de la Fiesta Nacional o, tradicionalmente, Día de la Hispanidad. Es la conmemoración de ese momento fundacional en el que las coronas de la Península Ibérica y el continente americano entraron en contacto, forjando una comunidad cultural y lingüística que perdura hasta hoy. No se trata solo de un hecho político o geográfico, sino del germen de una nueva identidad mestiza.
España en la Sangre Venezolana: Un Legado Indeleble
Para nosotros, los venezolanos, la importancia de España es innegable. Es la matriz de nuestra cultura moderna. Cuando hablamos de Venezuela, estamos hablando también de un eco de España.
La Lengua: El Alma Compartida
El regalo más preciado es el idioma español o castellano. Es la argamasa que une a más de 500 millones de personas en el mundo. En Venezuela, se respira y se vive en castellano; es la herramienta para soñar, amar, discutir y crear. Es un legado que se ha enriquecido con las voces indígenas y las expresiones propias de nuestra tierra, pero su estructura, su gramática y la inmensa mayoría de su vocabulario tienen un origen claro.
Religión, Costumbres y Creencias
La religión católica fue traída por los españoles y se arraigó profundamente, moldeando gran parte de nuestra cosmovisión. Las iglesias coloniales, especialmente la Catedral, la maravillosa San Francisco, Altagracia o La Candelaria, las festividades de la Semana Santa y la devoción a la Virgen María en sus diversas advocaciones (como la Virgen de Coromoto, nuestra patrona Nuestra Señora de la Soledad) son una herencia directa.
En cuanto a las costumbres, España nos legó el sistema de ciudades, la arquitectura colonial que aún embellece nuestros centros históricos (piensa en la Casa Guipuzcoana o las fachadas de La Pastora), y por supuesto, una gran parte de nuestra gastronomía. Platos como las hallacas son el resultado de la fusión de ingredientes indígenas y africanos con técnicas culinarias y productos introducidos por los españoles. El joropo mismo, nuestro baile nacional, tiene raíces que se vinculan a ritmos y danzas peninsulares, como el fandango.
Influencia en los Últimos Cien Años: El Hilo del Retorno
La historia no se detuvo con la Independencia. En los últimos 100 años, el nexo se fortaleció con un fenómeno de migración en sentido inverso. Dos grandes oleadas de inmigrantes españoles, especialmente a partir de la Guerra Civil (1936-1939) y la posguerra, llegaron a Venezuela buscando refugio, trabajo y un futuro mejor.
Estos españoles no venían como conquistadores, sino como inmigrantes que se integraron y contribuyeron de manera fundamental al desarrollo del país. Los gallegos, canarios, asturianos, vascos y andaluces se convirtieron en el motor de la pequeña y mediana empresa, en constructores, comerciantes y profesionales. Fundaron clubes e instituciones que mantuvieron vivas sus tradiciones, pero que a la vez se abrieron al abrazo venezolano, creando la figura del hispano-venezolano y sus hijos, que hoy son parte integral de la sociedad.
Hablamos de un flujo de sangre y cultura. Los apellidos de muchos venezolanos, la ética de trabajo que se inculcó y la diversidad de talentos empresariales y académicos son un testamento vivo de esa inmigración. En la política, figuras venezolanas con ascendencia española, como Rómulo Betancourt, Rafael Caldera, o Carlos Andrés Pérez, reflejan esta profunda huella.
El Vínculo Ineludible: Una Reflexión Personal
Hoy, 12 de octubre, más allá de celebrar o debatir, debemos reflexionar. Nuestro nexo con España es ineludible porque es parte de nuestro ADN cultural.
Para el venezolano que lleva un apellido español, que reza el Ave María, que come pan y toma café, que se expresa en la lengua de Cervantes, y que quizá tiene parientes en la Península, España no es una potencia extranjera, sino una pariente mayor.
Mantener este nexo no es una traición a la independencia, sino un acto de honestidad con nuestra propia historia.
Es un reconocimiento de que las civilizaciones crecen con la mezcla y que la cultura de un pueblo es la suma de sus encuentros. Es en esa unidad de la Hispanidad—entendida como la hermandad de pueblos que compartimos la misma lengua y un pasado común—donde reside una fuerza formidable.
El mundo necesita puentes, no muros. Mantener vivo y afectuoso nuestro lazo con España es honrar a la colonia española que echó raíces y a los inmigrantes que florecieron.
Es entender que somos un solo pueblo disperso en dos orillas del Atlántico, unidos por el mar de la historia y el viento de una misma lengua.
Es un lazo que debemos cuidar, nutrir y celebrar, por el futuro de nuestros hijos y por la riqueza de ser, al mismo tiempo, profundamente venezolanos y orgullosamente hispanos.
Desde esta tribuna saludamos y felicitamos a todo el pueblo español e hispanoamericano, a la Embajada de España en Venezuela y muy especialmente a Don. Pedro Marínez Avial, Consejero Cultural de la Embajada.

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