viernes, 3 de mayo de 2024

CINE: EL 09 de mayo_ EL PLANETA DE LOS SIMIOS_NUEVO REINO


La nueva película de acción y aventuras de 20th Century Studios EL PLANETA DE LOS SIMIOS: NUEVO REINO está dirigida por Wes Ball y protagonizada por Owen Teague, Freya Allan, Kevin Durand, Peter Macon y William H. Macy. El guion es de Josh Friedman basado en personajes creados por Rick Jaffa y Amanda Silver, y los productores son Wes Ball, Joe Hartwick, Jr., p.g.a., Rick Jaffa, p.g.a., Amanda Silver, p.g.a., Jason Reed, p.g.a., con Peter Chernin y Jenno Topping como productores ejecutivos.

El director Wes Ball le da nueva vida a la épica franquicia global situada varias generaciones en el futuro tras el reinado de César, en el que los simios son la especie dominante que vive en armonía y los humanos han quedado reducidos a vivir en las sombras. Mientras un nuevo y tiránico líder simio construye su imperio, un joven simio emprende un viaje desgarrador que le llevará a cuestionarse todo lo que sabe sobre el pasado y a tomar decisiones que definirán el futuro de simios y humanos por igual.


REANUDANDO LA ICÓNICA FRANQUICIA GLOBAL –

20th Century Studios se dispuso a revivir la inmensamente popular franquicia El planeta de los simios en 2011 con EL PLANETA DE LOS SIMIOS: (R)EVOLUCIÓN, dirigida por Rupert Wyatt, que recaudó 480 millones de dólares de taquilla en todo el mundo. EL PLANETA DE LOS SIMIOS: CONFRONTACIÓN, dirigida por Matt Reeves, fue estrenada tres años después, en 2014, recaudando más de 710 millones de dólares en todo el mundo, a la que le siguió EL PLANETA DE LOS SIMIOS: LA GUERRA, también dirigida por Reeves, en 2017 con una recaudación de 490 millones de dólares a nivel mundial.

Las tres películas utilizaron tecnología de captura de movimiento de última generación para dar vida a los simios y las tres fueron nominadas al Oscar® a los mejores efectos visuales.

Luego del éxito de la trilogía El Planeta de los Simios –que comienza con un virus creado por el hombre que se disemina por el mundo y muestra la destrucción de la humanidad y el ascenso de las especies de simios, todo a través de los ojos de César– 20th Century Studios tenía mucho interés en continuar con la popular franquicia. Pero primero y principal, cualquier historia nueva debe ser novedosa, tener personajes nuevos y crear una nueva era para El Planeta de los Simios.

De niño, el realizador Wes Ball recibió un VHS de la película de 1968 EL PLANETA DE LOS SIMIOS protagonizada por Charlton Heston, que miró una y otra vez durante años. “Me parecía una epopeya histórica –dice el director–. Este astronauta que viaja en el tiempo cae en un mundo que parecía medieval, poblado por estos simios. Fue lo primero que vi de ciencia ficción. La revelación final fue impactante y despertó mi fascinación con el tema del fin del mundo”.

El visionario realizador dejó su sello en Hollywood en 2014 con la exitosa película MAZE RUNNER: CORRER O MORIR, que recaudó más de 348 millones de dólares a nivel mundial. Maze Runner: Prueba de Fuego y Maze Runner: La Cura Mortal, ambas dirigidas por Ball, estrenaron en 2015 y 2018, respectivamente. La trilogía Maze Runner recaudó cerca de mil millones de dólares de taquilla.


Fue en 2019 cuando le propusieron inicialmente a Ball la posibilidad de revivir la icónica franquicia, pero no le interesó. “La verdad es que al principio les dije «ni loco» –admite Ball–. ¿Cómo se hace para continuar esas tres últimas películas? No me interesaba seguir las aventuras del hijo de César, aunque ahí hay una historia interesante que contar. Al mismo tiempo, no quería abandonar lo que habían creado Matt Reeves y Rupert Wyatt en la trilogía de César. Lo que habían hecho era realización cinematográfica fenomenal”.

“En cuanto a la historia, estas películas resuenan en la gente porque tienen conceptos de ciencia ficción y tocan temas humanos –continúa diciendo Ball–. Tratan temas de clase, de raza, lo que significa ser humano, y nos permiten mirar, analizar y precisar temas profundos sobre nosotros mismos. Son un reflejo de la sociedad y nos llevan a contemplar los problemas que enfrentamos los humanos a través de la lente de este mundo fantástico”.

Pero una semana más tarde, surgió una idea en la mente de Ball. Fue un concepto que inmediatamente lo animó: que la película transcurriera cientos de años después de la muerte de César, que ocurre al final de EL PLANETA DE LOS SIMIOS: LA GUERRA, y que fuera una historia de un tono diferente, más como una aventura. “Es la historia de un simio joven e ingenuo que no sabe nada del mundo exterior, que es un mundo en el que César se ha convertido en una leyenda –explica Ball–. Si las últimas tres películas eran los simios en su edad de piedra, ahora están entrando en la de bronce. Comenzamos a ver culturas que se desarrollan dentro de clanes diferentes. Vemos lo que pasa en el mundo que quedó, qué fue lo que se erosionó con la ausencia de la humanidad”.

Una secuencia de apertura visualmente impresionante, en la que Noa –el joven simio que protagoniza la historia– escala una estructura montañosa llena de vegetación para buscar un huevo de águila, fue el segundo elemento del concepto de Ball. “El tercer elemento fue una figura adversaria a Noa –continúa diciendo–, el personaje que se convierte en Próximus César en el guion. El antagonista conoce el mundo del pasado y quiere rescatar los artefactos de esa época para construir un reino en el cual los simios avanzados tengan la primacía”.

Luego de transmitir sus ideas a los ejecutivos de 20th Century Studios, Ball se reunió con Rick Jaffa y Amanda Silver, que habían concebido la trilogía de César y escrito el guion de AVATAR: EL CAMINO DEL AGUA, y quienes se convertirían en productores de la nueva película. “Fue una gran mesa redonda –recuerda Ball–. Yo había creado material gráfico y les hablé de mis ideas con entusiasmo. Podía ver que a Rick y a Amanda les brillaban los ojos. Cuando terminé mi presentación, dijeron: «¡Empecemos!»”.


La película presenta nuevos personajes e historias, pero para los fans de la franquicia, hay referencias a César, a quien Ball considera “uno de los grandes protagonistas de la historia del cine”.

“César está presente en esta nueva película, espiritualmente, en todo –explica Ball–. Sus ideas de moralidad y decencia, y su relación con los humanos, todo explorado a través de una lente casi mítica que creo es emocionante”.

“Nos reunimos con Wes y Joe, las ideas, el material gráfico y el entusiasmo de Wes nos encantó –recuerda Silver. Fue un encuentro de ideas y de afectos”.

Jaffa está de acuerdo y dice: “Sentíamos el mismo amor por la franquicia El Planeta de los Simios y la misma visión de cuál podría ser su futuro. Cuatro años después, sigue siendo una colaboración extremadamente productiva”.

Joe Hartwick Jr., productor de las tres películas Maze Runner, trabajó con Ball desde el principio. “Después de la presentación, Rick y Amanda nos conectaron con Josh Friedman (La Guerra de los Mundos), que había trabajado con ellos en la trama de AVATAR: EL CAMINO DEL AGUA, quien se incorporó para escribir el guion –dice Hartwick–. Estuvimos cinco meses trabajando con Josh sobre maneras en las que se podía desarrollar el concepto de Wes, y Rick y Amanda tuvieron una participación muy importante en ese proceso”.

Jaffa comenta: “Pensamos inmediatamente en Josh, sabiendo que él sería una pieza esencial del rompecabezas. Es un guionista brillante y un colaborador reflexivo”.

Friedman tuvo una influencia de importancia crucial en el desarrollo de la historia de Nova (el personaje de Freya Allan), la presencia humana. “Recuerdo que Josh dijo: «Quieres hacer una película de Kurosawa con simios» –rememora Ball–. Y eso es lo que es, en cierto sentido. Una aventura épica de un personaje que se encuentra con múltiples puntos de vista y que aprende sobre el mundo que lo rodea, la historia de los simios, la historia de los humanos y las relaciones entre ellos”.


Mientras que EL PLANETA DE LOS SIMIOS LA GUERRA fue una historia como la de Moisés, protagonizada por César, un líder que cargaba con el peso del mundo en sus espaldas, que sufría por su pueblo y que finalmente lo lleva a la tierra prometida, esta película tiene que ver con el descubrimiento. Es una historia de maduración personal y una aventura ambientada en un universo que se ha transformado, en el que podemos ver el deterioro de un mundo y cómo la naturaleza ha recuperado la Tierra. “Pensé que sería muy interesante ver qué pasaría con nuestro mundo al prácticamente desaparecer los humanos –explica Ball– y ambientar la película en los restos de nuestro mundo. Me encantó la idea de los edificios, o lo que queda de ellos, en ruinas; que ya no existe el vidrio porque todo se rompió con el tiempo y la erosión. Me encantó la idea de un mundo que se ha transformado en este paisaje que es en realidad los edificios sobre los que han crecido árboles”.

En relación al marco temporal de la historia, los realizadores estuvieron de acuerdo en que estuviera ambientada cientos de años después de los acontecimientos de EL PLANETA DE LOS SIMIOS LA GUERRA, en una época en la que el mundo escrito ya no existe. Ball explica: “Nunca le pusimos una fecha, en realidad, lo que fue una idea brillante de los guionistas. Transcurre muchísimas generaciones después, pero puede ser lo que uno quiera porque será lo que la gente piense del tiempo que podría haber transcurrido en base a lo que se ve en la película”.

Cuando Jason Reed (MULÁN) se incorporó como productor, le interesaron las nuevas exploraciones que abría el guion. “Es un honor poder trabajar con un referente de la ciencia ficción y una de las franquicias más importantes de los años sesenta –dice Reed–. Creo que la razón por la que ha seguido fascinando al público es porque explora interrogantes fundamentales sobre lo que significa ser humano y cómo nos vemos en relación a otros humanos y otras especies. Lo que lograron Wes, Joe y los demás guionistas fue crear algo conectado con la tradición pero que al mismo tiempo es totalmente novedoso y que explora a fondo el futuro y cómo impacta emocionalmente en la gente”.

Jaffa dice: “Generaciones después de la muerte de César, nos entusiasma explorar el legado que dejó este gran líder simio. El código moral de César era verdadero, pero a él le costó reconciliar el amor que sentía por su familia humana con el conocimiento que tenía de la crueldad de la que los humanos son capaces”.

Silver añade: “Temáticamente, la franquicia El Planeta de los Simios siempre se cuestionó: ¿Hay lugar en el planeta para una competencia de especies inteligentes? En EL PLANETA DE LOS SIMIOS: NUEVO REINO, exploramos ese interrogante una vez más”.


EL ELENCO–

La búsqueda de actores para dar vida a los simios resultó ser un proceso difícil para los realizadores, pero finalmente y por suerte, muy fructífero y gratificante. Dice el director y productor Wes Ball: “Tuve la gran suerte, por la razón que sea, de encontrar jóvenes actores que se conectaron muy bien, creando una química que es evidente en la pantalla. Esto no solo facilita mucho el trabajo, porque todos están contentos entre sí, sino que además lo hace más divertido. Ellos se cuidan entre ellos, se apoyan y sacan lo mejor el uno del otro”.

Lo más crucial del proceso fue encontrar el actor para Noa, el joven simio a quien le cuesta satisfacer las expectativas de su padre. Como le prohíben conocer el mundo fuera de su aldea, no sabe nada de la historia de la raza humana ni de que solía ser la especie dominante. “Necesitábamos a alguien que tuviera un espíritu juvenil y una cierta inocencia –explica Ball–. Y tenía que estar cómodo usando un piyama gris y trajes ajustados llenos de sensores, con una cámara frente a la cara y caminando como un mono... no es algo para todo el mundo”.

Owen Teague, cuyos créditos incluyen las dos taquilleras películas It y la exitosa serie de Netflix Bloodline, resultó ser el Noa ideal, el alma de la historia. “Owen es un joven encantador –dice Ball–. Es muy agradable, muy inocente y el trabajador más incansable que se pueda uno imaginar. Lleva el peso de la película sobre sus espaldas, y es un ejemplo para todos los actores sobre cómo abordar el trabajo”.

Teague describe así a su personaje: “Noa tuvo una vida muy protegida y no sabe nada del mundo. Ve el mundo con esta especie de visión optimista del pasado, que es un elemento interesante de la película: hay dos versiones e interpretaciones totalmente diferentes de la historia, y Noa no sabe cuál elegir”.

Y continúa diciendo: “Está a punto de convertirse en un chimpancé adulto y ellos lo hacen por medio de un ritual llamado vinculación emocional en el que los simios tienen que trepar una de estas estructuras gigantescas (que en realidad son rascacielos en ruinas) y encontrar un huevo de águila, uno que les hable. Luego tienen que vincularse emocionalmente con él, y eso es algo que todos los chimpancés de su edad del Clan del Águila tienen que hacer”.

Travis Jeffrey (Inquebrantable) interpreta a Anaya, uno de los mejores amigos de Noa, extravertido y con mucha confianza en sí mismo, que muchas veces lo desafía a hacer cosas que Noa no quiere hacer. Lydia Pecham (Cowboy Bebop) es Soona, una hembra chimpancé apasionada y tenaz que protege con fiereza a Noa y Anaya. Ambos también son miembros del Clan del Águila.

Freya Allan (The Witcher) es Nova/Mae, una vivaz hembra humana que, como todos los humanos, vive en las sombras y se ve obligada a buscar comida de la basura. Aunque al principio Noa desconfía de ella, luego se da cuenta de que ella es más de lo que parece. “Nuestro personaje humano, homólogo al personaje de Noa, representa el mundo anterior que ha muerto –explica Ball–. Así que nos pasamos mucho tiempo buscando y haciendo pruebas de pantalla porque es un personaje muy importante. Es el único personaje de la película que aparece en pantalla con su aspecto real. Todos los demás son creaciones digitales, y Freya se sintió muy a gusto con eso. No estaba hablando con simios sino con actores con puntos azules en la cara”.

Ball continúa diciendo: “Freya es muy inteligente y aguda. Es hermosa, pero tiene una belleza inquietante, interesante. Parece como si tuviera un secreto, provoca un inmediato halo de misterio, lo que para nosotros funcionó a la perfección porque interpreta a esta criatura salvaje que es un mero eco de lo que fue la raza humana”.

Allan añade: “Mi personaje no tenía mucha historia en el guion, así que, desde el comienzo, lo más importante para mí fue descubrir quién era ella en realidad y cómo llegó a ser como es. Es muy valiente y de una gran fuerza física. Es muy decidida y tiene un gran empuje y una gran capacidad de concentración”.

Allan disfrutó la oportunidad de compenetrarse por completo en el aspecto salvaje del personaje y dice: “Tenía el aspecto de no haberme lavado en cien años, pero yo soy tan metódica que necesitaba sentir la suciedad, de otro modo no me parecía auténtico”.

Kevin Durand (Locke & Key) fue elegido para interpretar a Próximus César, el imponente y carismático líder del nuevo reino simio que dirige un ejército de simios y anhela conocer todo el saber humano sobre tecnología, historia y comunicaciones. El personaje sabe más de César que cualquier otro simio, pero toma sus palabras e ideales y los usa como armas de poder para su propio beneficio personal.

“Entrevistamos a muchos actores talentosos para este papel –dice Ball–, pero Kevin se divirtió muchísimo con el personaje. Lo internalizó y le encontró la voz ideal. Una de las características de Próximus es que sabe mucho sobre los humanos. En realidad los admira, por eso tiene algo que lo hace querer ser el simio más humano de la película”.

El actor canadiense se sintió inmediatamente atraído por el personaje. “Lo mejor de mi trabajo es que tienes la oportunidad de interpretar personajes completamente diferentes y en esta película, tuve la ayuda de los artistas más talentosos del mundo para poder transformarme completamente” –dice Durand–.

“Próximus César tiene la idea de que si pudiese encontrar la información y toda la tecnología que dejaron los humanos, podría hacer que la evolución de los simios se hiciera mucho más rápidamente en los siglos venideros –continúa diciendo Durand–. Cuando lo vemos por primera vez, es muy articulado, es el tipo de personaje que hace todo por cualquier medio. Tiene un cierto nivel de carisma y los demás simios comienzan a entender que la manera en la que él ve el futuro podría ser beneficiosa para ellos, incluso cuando algunos de ellos les cuesta aceptar la forma que tiene de conseguir las cosas”.

“Él está construyendo su propio reino, y está junto a una gigantesca bóveda que dejaron los humanos al lado del mar. Y su castillo es básicamente un barco abandonado que él convirtió en su morada” –dice Durand–.

Peter Macon (Shameless) interpreta a Raka, un orangután que es el único que recuerda las enseñanzas de César en relación a la decencia, la moralidad y la fuerza. Vive en los restos de un aeropuerto en ruinas y predica tolerancia y paz con los humanos.

William H. Macy (Fargo, Shameless), actor nominado a los premios Oscar® y Globo de Oro®, fue elegido para interpretar el papel de Trevathan, un humano sabio prisionero de Próximus César. “Próximus capturó a Trevathan y lo convirtió en su asesor, obligándolo a enseñarle todo sobre la existencia humana y a explicarle por qué el Homo sapiens reinó durante tanto tiempo –explica Macy–. Y cuando aparece Nova, pone en peligro su existencia”.

Macy y Durand ya habían trabajado juntos en Rebeldes con causa, de 2007, y les encantó volver a encontrarse en el set. “Fue realmente maravilloso volver a trabajar con Kevin –dice Macy–. Hizo un trabajo fantástico. Encontró su voz y su manera de hablar, muy convincentes”.

EL NUEVO REINO COBRA VIDA –

Dos de los integrantes del equipo creativo de EL PLANETA DE LOS SIMIOS: NUEVO REINO ya habían trabajado con el director y productor Wes Ball en las películas Maze Runner: el director de fotografía Gyula Pados (Jumanji: En la selva) y el diseñador de producción Daniel T. Dorrance (Duro de matar 5: Un buen día para morir), y ambos colaboraron con Ball para imaginar y dar forma a este nuevo mundo. El equipo contó también con la participación de los montajistas Dan Zimmerman, ACE (La profecía) y Dirk Westervelt, ACE (LOGAN), el supervisor de efectos visuales Erik Winquist (DOCTOR STRANGE EN EL MULTIVERSO DE LA LOCURA), la diseñadora de vestuario Mayes C. Rubeo (Blue Beetle), el compositor John Paesano (MÁS BARATO POR DOCENA), el preparador de movimiento Alain Gauthier y el coordinador de escenas de riesgo Glenn Suter (Mad Max: Furia en el camino).

El rodaje de EL PLANETA DE LOS SIMIOS: NUEVO REINO se realizó desde noviembre de 2022 hasta junio de 2023, en locación en Nueva Gales del Sur (Australia). Ball siempre había imaginado la ambientación de la película en un lugar no específico pero en alguna parte de la costa occidental de Estados Unidos, y sus tableros de visión representaban un mundo hermoso y al mismo tiempo aterrador en el que la naturaleza se había vuelto a apoderar de lo que le pertenece. Los rascacielos están consumidos por enredaderas y a través de lo que queda de las ciudades corren torrentosos ríos.

Las dos últimas películas de El Planeta de los Simios se filmaron mayormente con teleobjetivos, pero Ball quería que la cámara en EL PLANETA DE LOS SIMIOS: NUEVO REINO fuera un poco más activa para que todo tuviera un aspecto más crudo. De modo que el director de fotografía Gyula Pados optó por filmar la película con objetivos gran angular y con más cámara en mano.

En esta película, la cámara se mueve constantemente, lo que fue mucho más trabajo para Ball. “Estoy acostumbrado a tener unas 30 o 40 posiciones al día en mis películas –dice Ball–. En esta película, con suerte lograba tener 10 o 12. Siempre filmamos a la luz del sol porque es una película luminosa, así que filmamos con lentes anamórficas. Filmamos con lentes anamórficas Panavision de la Serie C de los años sesenta, lo que la hace parecer una película vieja. Como si, de una extraña manera, volviéramos a la década del setenta”.

Al concebir la estética visual de la película, la magnitud de los sets fue de la mayor importancia para Ball, por lo que se debieron construir sets gigantescos. El director quería que la mayor parte de la acción transcurriera en sets físicos y el mundo real pero entendió que algunas escenas requerirían fondos creados digitalmente. “En estas películas, estamos llevando a la gente a mundos que no existen –explica el director–. Claro que hay muchos efectos visuales y extensiones de decorados pero todo comienza estando en un lugar real y dándoles a los actores algo a lo que reaccionar”.

“Los sets son increíbles –dice Owen Teague–. Recuerdo entrar al Nido de Águila. La parte superior de nuestra torre era una construcción de cuatro pisos de madera, o de troncos amarrados, que era tan detallado y tan realista que te olvidabas que estabas en un set. Construyeron un mundo tan real que era fácil para uno como actor entrar y formar parte de él”.

En la historia, las civilizaciones y tribus de simios evolucionaron a su manera, y ahora viven en armonía con la tierra y la vida silvestre. “El Nido del Águila es el lugar en el que vemos por primera vez a los tres personajes principales, que están realizando una misión particular que es esencialmente un rito de iniciación para ellos –explica Ball–. Las águilas son una parte muy importante de esta cultura, y tienen que hacer esta prueba, trepan para buscan huevos de águila y se comprometen a criar sus águilas, que son esencialmente sus compañeras de vida. Así que parte de su camino a la adultez para estos personajes es trepar para buscar los huevos”.

Según el supervisor de efectos especiales Erik Winquist, que trabajó en las tres películas anteriores de la franquicia El Planeta de los Simios, rodar en Australia tenía beneficios visuales en cuanto a lo parecido que es a California, además de ventajas presupuestarias y procesales. “Hay eucaliptos –que son árboles nativos de Australia– por toda California, así que eso funcionó bien. Además, como estamos avanzando cientos de años en un mundo post cambio climático, que el terreno no fuera reconocible instantáneamente funcionó a favor nuestro. Tuvimos una gran variedad de locaciones diferentes, playas en zonas rurales de Nueva Gales del Sur o zonas más industriales. Todas fueron excelentes para la estética visual de la película”.

La producción de EL PLANETA DE LOS SIMIOS: NUEVO REINO fue extremadamente difícil desde el punto de vista técnico y una experiencia muy valiosa de aprendizaje para Ball. “La pericia técnica necesaria para hacer esta película supera cualquier cosa que haya hecho en el pasado” –dice el director–.

Uno de los desafíos más grandes fue la adición de agua a la ecuación. Hay una serie de escenas que necesitan simios mojados, lo que significa que Winquist y su equipo tuvieron que ver cómo el agua cambiaba el aspecto del pelo. Por suerte, Winquist pudo incorporar tecnología utilizada en AVATAR: EL CAMINO DEL AGUA.

Para crear las escenas que necesitaban fondos digitales, la producción rodó en escenarios de Volumen, que utilizan un proceso de realización en el que a los actores se los filma en sets rodeados de enormes pantallas LED de video en las que aparecen fondos generados por computadora.

Antes de comenzar el rodaje, el elenco hizo seis semanas de escuela de simios, dirigida por el preparador de movimiento Alain Gauthier. Gauthier fue atleta, gimnasta y trampolinista, y compitió a nivel internacional antes de convertirse en uno de los miembros fundadores del mundialmente famoso Cirque du Soleil. Actuó con la compañía hasta mediados de los noventa y luego se dedicó al teatro danza experimental.

Cuando el elenco llegó al entrenamiento, la primera tarea de Gauthier fue hacerles tomar plena conciencia de su cuerpo. Les indicó una serie de ejercicios con el fin de aumentar y desarrolla nuevos patrones neurales y darles herramientas para adoptar la forma de un simio. Gauthier comenzó con el elenco lentamente, instando a los actores a actuar no solo desde un lugar psicológico sino desde uno físico.

“Cuando dominaron el formato físico, trabajamos para que la personalidad del actor entrara en la personalidad del simio, que es algo que requiere observación y generosidad por parte del actor –explica Gauthier–. Y para yo asegurarme de que los estaba guiando en la dirección correcta para que se convirtieran en el hermoso personaje que querían crear”.

Andy Serkis, que interpretó el revelador personaje de César en las tres películas anteriores, fue contratado como asesor especial y se dedicó a trabajar sobre lo que ya había hecho Gauthier con los actores, ajustando las voces y las caracterizaciones. El actor, ampliamente alabado por su trabajo de captura de movimiento, entiende la psicología de lo que motiva a los simios mejor que nadie.

“Trajimos a Andy como asesor para que hablara con los actores y los guiara a través de lo que sería una importante experiencia de aprendizaje para ellos –dice Ball–. Andy había hecho muchos más personajes con captura de movimiento además de César, entre ellos Gollum de la trilogía El señor de los anillos, y King Kong, así que tenía muchísima experiencia para ofrecer a sus jóvenes discípulos. La mayoría no había hecho nunca captura de movimiento, y Andy supo hacerlos sentir más cómodos y darles permiso a hacer monadas, en todo el sentido de la palabra”.

Teague agrega: “Andy nos ayudó a entender las diferencias anatómicas entre nuestro cuerpo humano y el simio específico que estábamos interpretando. Tuvimos que internalizar nuestro cuerpo de simio y luego interactuar entre nosotros e imitarnos. Y de esa imitación pudimos vernos reflejados en los demás, pero exagerados, y nos dábamos cuenta de cosas que no habíamos pensado”.

Se programaron sesiones de captura de movimiento en escenarios de Volumen, en donde Serkis y los integrantes del elenco podían ver sus personajes digitales en la pantalla y hacer pequeños ajustes pero de importancia vital. “Pusimos un monitor grande, y Andy les proponía situaciones para que actuaran y les daba microindicaciones que hacían una gran diferencia –dice el productor Joe Hartwick, Jr.–. Tuvimos mucha suerte de que Andy haya tenido tiempo de trabajar con nosotros. Para el elenco fue espectacular”.

Para los realizadores, la ayuda logística y espiritual de Serkis fue esencial. “César está muerto y nosotros estamos continuando la aventura –continúa diciendo Hartwick–. Pero el padrino de la captura de movimiento vino a ungirnos para continuar... era algo que hacía falta”.

“Lo importante desde el comienzo fue saber que uno no puede fingir ser un simio –dice Ball–. Y eso es difícil para los actores. Tienen que caminar con esos trajes absurdos y verse totalmente ridículos, de modo que hay que aprender a superar eso y ser auténtico. Al principio fue difícil para ellos, pero al final les encantó”.

Debido a la gran cantidad de secuencias de acción en la película, el coordinador de escenas de riesgo Glenn Suter reunió un equipo de más de 20 dobles para ayudar a interpretar a las especies de simios representadas en la película. Ball quería ser preciso con los mecanismos, la física y la fisiología en relación a lograr realismo en las escenas con dobles.

“Desarrollar la acción fue complejo por la variedad de simios –dice Suter–. Noa es un chimpancé, aproximadamente una vez y media más fuerte que un humano. Tiene el doble de fibras musculares de contracción rápida. Teníamos que ser fieles a esa caracterización cuando diseñamos la expresión física de su actuación”.

Tradicionalmente, Suter le asignaba la acción física completa de un actor a un doble, pero con el avance de los efectos visuales, la acción se puede detener en un momento y retomarla en el Volumen, evitando trabajar con cables. “Ir al Volumen, para mí, no es tan complejo como diseñar el rigging y llevar a cabo el trabajo con cables para las escenas de acción en el set–dice Suter–. En el Volumen, podemos poner colchonetas en el suelo y acolchonar a los artistas. No hace falta tenerlos con todos los aparejos”.

La tecnología utilizada para dar vida a los simios se logró por medio de la tecnología de captura de movimiento, cortesía de los maestros de Wētā FX. La empresa de efectos visuales del realizador Peter Jackson con sede en Nueva Zelanda trabajó en las tres películas anteriores y tuvo un papel importantísimo en EL PLANETA DE LOS SIMIOS: NUEVO REINO. Esto incluyó convertir a los actores en simios digitales y ayudar a crear un mundo que está a cientos de años en el futuro que es muy diferente de lo que el público ha visto hasta ahora.

Los actores usaron trajes de captura de movimiento con sensores y puntos en la cara junto con un gran bloque de baterías y una cámara apuntando al rostro. “Nuestro dolor de cabeza más grande fue tener que desplazar el bloque de baterías en escenas en las que había que caerse o luchar –dice Suter–. Y además, la cámara para el rostro también tenía que ser ajustada durante las secuencias de acción, para que los actores no se lastimaran ellos ni lastimaran a los demás”.

Dice Kevin Durand: “La tecnología nos permitió desaparecer verdaderamente en nuestros personajes y en su mundo. Fue muy liberador, entrar en un cuerpo diferente, con una voz diferente... fue realmente fenomenal”.

La etapa de postproducción duró más de un año, en la que Ball trabajó con Winquist y el equipo de Wētā todos los días, no solo durante la postproducción sino también durante la preproducción y la producción. “Durante el rodaje, mi papel era principalmente estar con Wes y Gyula Pados para asegurarme de que estábamos capturando a los actores y fotografiando las posiciones de tal manera que luego pudiéramos realizar bien el proceso de postproducción” –explica Winquist–.

“EL PLANETA DE LOS SIMIOS: (R)EVOLUCIÓN vino inmediatamente después del trabajo que hicimos en AVATAR, en relación a la tecnología de captura de movimiento –dice Winquist–. En (R)EVOLUCIÓN llevamos esa tecnología para trabajar en locación, a la luz del sol, algo que no se había hecho antes. En el transcurso de esas tres películas de El Planeta de los Simios, esa tecnología se volvió más robusta, y pudimos llevarla bajo lluvia o a la nieve a medida que progresaron las películas”.

Y continúa diciendo: “En EL PLANETA DE LOS SIMIOS: NUEVO REINO se dio una situación similar en el sentido de que acabábamos de trabajar en AVATAR: EL CAMINO DEL AGUA, en la que la captura de movimiento dio un salto hacia adelante, lo que luego pudimos llevar nuevamente para trabajar en locación”.

Dice Ball: “Nosotros filmábamos en locación o teníamos personajes totalmente digitales, muy parecido a lo que se hizo en AVATAR. Estamos más cerca de lo que se hizo en AVATAR de lo que se hizo, por ejemplo, en The Mandalorian”.

Esta fue la cuarta vez que Ball trabajó con Wētā FX, a los que califica como “los mejores del mundo en su campo. Y Erik sabe exactamente lo que hace, así que pude descansar en él cuando me reaseguraba de que todo iba a funcionar bien”.

El equipo de efectos visuales se componía de dos grupos separados. Por un lado, el equipo de captura de movimiento, cuyo trabajo era capturar los aspectos faciales y corporales de la actuación de los actores, y por el otro, el equipo que trabajaba en el set, que capturaba los sets y las locaciones con escaneos con LIDAR y fotografía de referencia para que la iluminación pusiese ser replicada en el espacio digital”.

“Uno de los avances que hicimos en este proceso estuvo en la cámara facial montada en la cabeza del actor –explica Winquist–. Antes se usaba una sola cámara. Ahora usamos un par de cámaras, lo que nos permite reconstruir la profundidad de la cara y convertir eso en geometría tridimensional, lo que nos da un registro más sutil de su actuación”.

Y continúa diciendo: “Sin la captura facial no es captura de movimiento... es solo un cuerpo que se mueve en el espacio”.

EXCLUSIVAMENTE EN CINES EL 9 DE MAYO –

El director y productor Wes Ball encaró EL PLANETA DE LOS SIMIOS: NUEVO REINO como una película que rinde homenaje a la última trilogía de El Planeta de los Simios, pero que no es directamente una secuela, sino que labra su propio camino. “Estamos en el mismo universo, pero es una historia sobre renacimiento y un nuevo comienzo, un capítulo nuevo en este extenso legado de películas –dice–. Se me ocurrió un concepto simple, el de una historia de maduración de un joven simio y los extraordinarios sucesos que lo obligan a salir a un mundo que no conoce en absoluto. De paso nos enteramos de lo que sucedió después de la muerte de César, que en esta película ya han pasado varios cientos de años. La película es sobre la educación y el despertar de Noa a un mundo más amplio y a ideas más elevadas”.

“Es un mundo romántico, no un mundo apocalíptico destruido –agrega Ball–. Noa se encuentra con ideas contradictoras sobre cómo era César. Próximus César tomó el rol de César y se lo apropió. Raka tiene ideas muy diferentes. Así que hay paralelismos interesantes con nuestras historias míticas y religiosas. En cierto modo, la antorcha de César es pasada a Noa hacia el final de la película, y Noa se convierte en quien porta la idea de quién fue César realmente”.

Para el productor Jason Reed, Ball es la clave del éxito de la nueva película. “Para mí, el diferenciador más importante es la visión y la habilidad de Wes –dice Reed–. Tiene una clarísima idea de la historia y de los personajes, pero también tiene los conocimientos técnicos que le permiten expandir el lienzo y realmente aprovechar la tecnología no solo para hacer algo espectacular sino también para internarse más profundamente en el contenido emocional de los personajes. Creo que eso es lo que realmente diferencia a esta película”.

“Fue una experiencia colaborativa realmente maravillosa –dice Kevin Durand–. Desde el comienzo, cuando Wes nos contaba sobre el mundo que imaginaba, fue muy inspirador. Fue extraordinario tener su perspectiva y contar con su guía”.

Freya Allan añade: “Wes tiene muchísima energía. Venía y te explicaba lo que pasaba en la escena y hacía todos los efectos de sonido y los movimientos. Recuerdo una reunión en la que se puso literalmente debajo de la mesa haciéndose el salvaje, algo que fue fantástico y emocionante de ver. Su visión es clarísima y es muy sensible con los actores. Te brinda un entorno agradable y reconfortante para explorar tu personaje”.

William H. Macy agrega: “Wes realmente ama lo que hace. Tiene un sentido de cámara magnífico y nunca se altera. Fue un placer estar con él en el set”.

Fuente: Ana Teresa Delgado

Fotos. Cortesía


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