Por. Dr. Claudio Emilio Pompilio Quevedo
Photos. Courtesy / Yareli Trujillo / Brisel Pacheco / Miguel y Carolina García
Uno de los talentos musicales de Venezuela lo es sin lugar a dudas Luis Javier Jiménez, un tenor que destaca por poseer una potente voz lírica, de amplio registro, bello color e interesante timbre. Pero también lo distinguen sus innegables dotes histriónicas, lo creativo de sus propuestas y su gran perseverancia.
Es un diamante rutilante que ya ha paseado su talento por los principales teatros de Venezuela y en discretos espacios de Europa, donde lo esperan de vuelta para conocer y disfrutar aún más de su gran talento.
Éste polifacético profesional, es el fundador de Ópera Creativa, una iniciativa con la cual discretamente pero sin pausa, ya ha abordado exitosamente interesantes proyectos en pro del gremio lírico venezolano.
◙ Luis, te conozco desde hace tiempo, se quién eres y reconozco tu maravilloso talento. Pero para aquellos que todavía no tienen el privilegio de saber sobre ti, cuéntanos a grandes rasgos quién eres y de dónde vienes.
- Soy un artista. Uno que se formó integralmente en el movimiento coral, orquestal y teatral del oriente de Venezuela. Pero también ya instalado en la ciudad de Caracas, tuve formación en danza contemporánea, expresión corporal, artes plásticas, fotografía, administración de empresas, recursos humanos, gestión cultural, y por supuesto en técnica del canto lírico para ser solista. Soy venezolano. Aunque nací en la ciudad de El Tigre en el estado Anzoátegui, siento que soy de Pariaguán. Luego las circunstancias me llevaron a radicarme en la entonces hermosa y cultural ciudad de Cumaná en el estado Sucre. Me siento llanero por mi familia materna y pescador por mi padre; pero además soy descendiente de inmigrantes europeos: mi abuelo paterno nacido en España y mi abuelo materno nacido en Italia. Pero lo que más atesoro es que soy nieto de una hermosa mujer indígena-afro-descendiente, que en oriente se les llama culisas
Ciertamente en Venezuela mucha gente aún no me conoce, pero eso se debe a que no soy mediático, ni formé parte de algún séquito para recibir “buena sombra”. Me monté en un escenario a muy temprana edad, y a pesar de los diversos campos de estudio abordados, las profesiones y ocupaciones asumidas; o las circunstancias adversas superadas, sigo cantando, en constante formación y en mi mejor momento. Como suele suceder, mientras en mi país me niegan oportunidades, de Europa llueven halagos a mi voz y hasta me organizan recitales para que el mundo conozca y disfrute de mi talento.
He cantado por todo el país, como corista en las más prestigiosas agrupaciones corales, como solista en festivales de canto y de estudiantinas universitarias; y en infinidad de producciones sinfónicas y operáticas.
◙ ¿Cómo nace tu pasión por la música? Especialmente el canto lírico que es un oficio tan exigente y que demanda grandes sacrificios cuando entre tus dotes está el haber estudiado gastronomía.
- La primera referencia que tengo del bel canto viene de mi abuela y mi madre, quienes canturreaban hermosas melodías mientras lavaban en la batea. Ambas eran sopranos con voces muy bellas, dulces y extremadamente afinadas. Luego tuve la fortuna de formar parte de muchas maravillosas agrupaciones corales en las que siempre era seleccionado para hacer los solos. Después, a escondidas de mi padre asistí a clases de tuba en el núcleo del Sistema de orquestas de la ciudad de Cumaná, para luego cambiarme al Violoncello en el núcleo de El Tigre. En mi primera visita a Caracas pasé por una tienda de discos donde me enamoré de la voz de Alfredo Kraus y compraba cuanto disco de él encontraba. Luego conocí a un cantante venezolano poseedor de una gran voz de bajo-barítono, integrante del Coro de Ópera del Teatro Teresa Carreño, quien me invitó a una de sus galas aniversario y quedé impactado. Desde ese momento quise integrar esa agrupación y ser cantante profesional.
Mi pasión por la gastronomía surge casi en paralelo a mi pasión por el canto y la pintura. Siempre observaba a mi abuela, a mi madre y a mi madrastra cuando cocinaban. Pero cuando ésta última tuvo que ser ingresada en el Hospital de Cumaná, yo asumí la cocina en casa y me encantó estar al mando (risas). En Caracas decidí formarme como cocinero profesional y cursé estudios en la prestigiosa escuela La Casserole du Chef, la cual exigía sólo una pasantía para graduarte, pero yo con el entusiasmo y la pasión que me caracteriza (de “fiebrúo” como decimos en Venezuela), decidí hacer seis pasantías (risas) en distintos locales cada uno. Actualmente no ejerzo, pero tengo previsto hacerlo a futuro, quizás abrir un restaurante o café.
◙ Para mí el arte, en cualquiera de sus manifestaciones, es el alimento del alma, y aunque muchos no lo crean es casi tan vital como el aire o la comida. Para ti, un artista, ¿qué es el arte y cómo lo vives?
- Intentar definir el arte es meterse en honduras (risas), sin embargo creo firmemente que aquello que pretende solamente entretener o decorar no es arte y merece una definición propia. El Arte puede ser un discurso que surge de un estado reflexivo-creativo del artista, o un concepto expresado por los críticos, o un efecto percibido por el público. Pero ante todo, para mí, el Arte es una acción creadora.
Vivo el arte a diario, cuando en la calle escucho una linda melodía popular que me guste, al estudiar la partitura de alguna vieja o nueva ópera y descubrir sublimes melodías o fragmentos que requieran gran virtuosismo; pero muy intensamente en el escenario, durante la representación de una ópera o en un recital.
◙ Cantas ópera pero también tú talento te ha llevado a interpretar música popular de todos los rincones del mundo. ¿Qué te gusta más, la lírica o lo popular?
- Adoro la ópera. Pero antes de conocerla ya tenía referencia de la música popular. Mi padre escuchaba guaracha, pachanga y cantaba el canchunchú florido de Luis Mariano Rivera acompañándose con su cuatro. Mi madre adoraba escuchar los LP´s de José Luis Rodríguez y Mirla Castellanos. En la radio escuchábamos a Felipe Pirela, Javier Solís y muy especialmente a Julio Jaramillo. Pero cuando escuché a Amanda Miguel la idolatré (risas). Adoro cantar boleros y pasodobles desgarradores y con suficiente exigencia vocal. Ahora, si bien soy un cantante lírico cabal y mi voz por sus características, indiscutiblemente es adecuada para cantar ópera, también me encanta abordar el canto popular sin deformar el estilo con impostaciones o colocaciones exageradas, ni mucho menos imitando a otros cantantes venezolanos que solamente han abordado el género popular. Por ejemplo he realizado varios recitales donde mezclo o fusiono el repertorio lírico con el popular, como por ejemplo Misturas, donde se fusiona el repertorio europeo con los ritmos africanos del caribe; Travesía, en el que la canción europea va de la mano con las canciones latinoamericanas; y ahora Paisaje, un homenaje al cancionero venezolano.
◙ Te hemos visto representando sobre el escenario diversos roles, pero… de todos aquellos que has interpretado, hablando de la ópera claro está, ¿Cuál es el que más te gusta y cuál es el que ha significado un reto para ti?
- De los roles que he tenido la fortuna de interpretar, destaca Fausto de la obra homónima compuesta por la venezolana-uruguaya Diana Daniele, porque a través de él pude sortear el injusto e imperdonable apartheid del que fui víctima por tantos años, y mostrar mucho de lo que tengo para ofrecer como artista. Es un rol muy exigente que fluye desde la zona central, transitando por extensos pasajes graves propios de registro baritonal, hasta abordar dramáticamente agudos propios de los tenores. Es importante destacar que esa ópera fue escrita para mí, tomando en cuenta todas mis potencialidades vocales e histriónicas. Igualmente sucede con el rol del Rey Claudio de la ópera Gertrudis de Gerardo Gerulewicz, a través del cual pude explotar ese registro grave que tengo bien resuelto. De igual manera ocurrió con el personaje Rhein de la ópera La Libreta de California también de Gerardo Gerulewicz. Cada compás fue escrito teniendo como referencia mis cualidades como cantante y actor. Es todo un reto abordarlo pues permaneces en escena durante toda la ópera y cantas muchísimo. Ya una vez dijeron que ese rol era un tour de force, y yo lo he asumido cabalmente.
Actualmente el maestro Gerardo Gerulewicz está inspirándose en la obra Un Hombre de aceite del reconocido escritor José Balza para crear una nueva ópera venezolana, donde nuevamente seré el referente vocal y espero, el primer intérprete (risas). También reconozco que lo he presionado frecuentemente para que me escriba alguna obra lírica a partir de los interesante Cantos de Maldoror del gran poeta uruguayo Isidore Ducasse. Te doy la primicia que desde Italia se organiza un homenaje a Pietro Mascagni y por fin, gracias a Dios, podré comenzar a abordar roles completos de la ópera italiana.
◙ Curioseando un poco más. ¿Cuáles son tus compositores y cantantes favoritos, cuál es tú ópera y canción popular preferida? ¿Qué destacarías de la música académica venezolana?
- De la ópera he escuchado muchísimo, aunque disfruto en extremo el barroco, me decanto por el verismo. Estoy enamorado del bello y exigente repertorio coral universal. Pero también me cautiva el rock y el metal sinfónico. No me limito. Prefiero las óperas que tengan argumentos interesantes y bellas melodías. La primera ópera que escuché fue I Pagliacci de Ruggero Leoncavallo cantada por Franco Corelli y Lucine Amara; pero después de escuchar muchísimas obras de diversos compositores, dejándome seducir por Monteverdi, Rossini y Donizetti, te digo que amo la ópera Der Freischüzt de Carl María Von Webber y La Damnation de Faust de Héctor Berlioz. Además del rol del Sobinin de la ópera La vida por el Zar de Mijail Glinka, me ha gustado tanto Richard Wagner que añoro cantar el rol de Parsifal al que se le considera un Tamino evolucionado. Empeñado en mostrar tanta música maravillosa que existe, propuse a varias agrupaciones orquestales y teatros de Caracas abordar Die Tote Stadt de Erich Wolfgang Korngold, así como Giovanna D´Arco de Verdi, y The Temple Dancer de Jhon Adam Hugo, pero tristemente acá sigue imponiéndose la falta de voluntad, la comodidad, el prejuicio y la ignorancia, que los lleva a representar el mismo repertorio una y otra vez hasta el aburrimiento. Como verás el repertorio que adoro es bien particular.
En mis inicios escuchaba a Alfredo Kraus, Franco Corelli, hasta tener como máximo referente a Pavarotti. Pero afortunadamente descubrí a grandes y excelentes cantantes que lamentablemente casi nadie conoce, como Helge Rosvaenge, Sergei Lemeshev, Ernst Kozub, Gösta Winbergh, Konstantin Pluzhnikov, Guiseppe Sabbatini, Stanford Olsen, Salvatore Fisichella, Gregory Kunde, Bruce Ford, Werner Güra, John Osborn y Michel Spyres, entre muchos otros; y comprendí que no siempre los cantantes que más graban, los más conocidos por un público sui géneris, esos que crean sus propias listas de top ranking, son los mejores cantantes.
◙ En Venezuela aman mucho la ópera y la música en general. No en vano de aquí surgió la idea del Sistema tan famoso en el mundo entero pero… es la música, especialmente la académica, o la ópera en tu caso, un oficio que se puede desarrollar en el país y del cual se puede vivir?
- No solamente de dinero vive el hombre. ¿Vivir del arte y para el arte? Creo que sí se puede vivir dignamente del oficio de cantar o tocar en Venezuela, incluso haciendo el repertorio lírico y/o académico. Lo que sucede es que si las instituciones hasta ahora responsables de la gestión cultural se gastan todo el dinero en pago de personal no artístico -lo cual considero desacertado-, en el seudo mantenimiento de infraestructura, en la realización de elementos escenográficos corpóreos innecesariamente monumentales, en “producción”, o peor aún si se desaparecen los recursos; pues entonces queda poco para honrar los compromisos de lo más importante, los artistas. Es cuestión de organizarnos y conformar un equipo de profesionales enfocados en dirigir transparente y eficientemente espacios adecuados para el arte lírico, orientados en ejecutar exitosas campañas de promoción y gestión de patrocinio que sirva entre otras cosas para ofrecer un cachet digno para los artistas. En Venezuela hay mucho, muchísimo dinero, incluso en las actuales circunstancias. Hemos visto que se pagan altos montos por el boleto de espectáculos mediocres apoyados por campañas de marketing muy agresivo y deshonesto. Además si nuestro público se ve obligado a cubrir otras necesidades fundamentales, destinará menos recursos para el arte y/o el entretenimiento.
◙ En estos momentos se ha estado viviendo un gran problema a nivel mundial, pero tú tienes varios proyectos que desarrollar en el exterior. Consientes que las fechas han cambiado, podrías adelantarnos algo sobre esos compromisos que tienes pendiente?
- Estamos resistiendo una Pandemia que amenaza a la humanidad entera, y aunque debemos cumplir con las recomendaciones para detener los contagios y rebrotes, yo no me he detenido. Recientemente grabamos en el teatro de la Asociación Cultural Humboldt mi recital Paisaje, el cual será ofrecido por esa institución cultural a través de una conocida plataforma en redes sociales. Además hace muy poco desde Perú fui invitado a conformar un grupo vocal de seis tenores latinoamericanos, yo en representación de Venezuela-, que acordamos nombrar VOSEIS; tenores latinos. Nuestro primer tema promocional se llama Canta América y fue compuesto por el músico peruano Cristian Valdivia. Pronto grabaré el aria de Paul de la ópera Die Toten Stadt de Korngold, acompañado al piano por el maestro Gerardo Gerulewicz. Los recitales que habían sido programados en Lisboa se han pospuesto hasta nuevo aviso, ya veremos. Mientras tanto seguimos ensayando y comunicándonos por las redes sociales, hasta que se resuelva la actual situación. Pronto ofreceré un recital en el Centro Cultural Santa Fé en el marco de la reapertura de los espacios culturales.
◙ De cara al futuro próximo, se ve Luis Jiménez viviendo en Europa, desarrollándose allá como profesional? De ser así, cuál es el país o los países que te gustarían tener como casa?
- Claro que me veo desarrollándome como profesional del canto, y como chef, y como gestor cultural en Europa. En principio me estableceré en Praga, donde tengo muy buenos contactos. Pero la idea, mi sueño, es recorrer el mundo entero llevando mis recitales de música venezolana y latinoamericana. Apenas superemos la pandemia y volvamos a una nueva normalidad, tengo previsto realizar cursos de perfeccionamiento en varias academias reconocidas, entre la que destaca la Fundación Renata Tebaldi en Ravena -Italia, y presentar audiciones en un par de compañías de ópera. Todo con el propósito de acumular experiencias que sirvan a mi proyecto Ópera Creativa.
◙ Ópera Creativa es uno de tus proyectos. Nos cuentas de qué va esa iniciativa.
- Opera Creativa es una promotora de ideas que estén orientadas a la creación de nuevas óperas venezolanas y/o latinoamericanas. Sembramos ideas y acompañamos durante el proceso creativo, por lo que me defino como ideocultor. He comprobado que la forma tradicional de abordar la creación de óperas, particularmente en latinoamérica no garantiza el éxito. Lo fundamento luego de conocer de la enorme cantidad de grandes títulos, de maravillosas obras que injustamente han sido consideradas rotundos fracasos y destinadas al olvido. Es decir, históricamente no ha sido realmente eficiente ni eficaz ese acto individualista y solitario de creación que ignora y hasta desprecia los valiosos aportes de otros artistas involucrados en el proceso creativo. Tomemos por ejemplo las muchas óperas compuestas por Mascagni, en las cuales la música es sencillamente magnífica pero los argumentos son demasiado pobres. De extensas producciones, pocas óperas reciben la venia del público, siendo la mayoría rechazada y olvidada por presentar serios problemas en la fase de concepción y estructuración, en la selección del elenco (casting), o durante la producción y promoción del espectáculo. Es por ello que proponemos otra manera de abordar el proceso creativo, mucho más participativo donde se tome en cuenta el criterio -gustos y preferencias- de todos los involucrados en su representación, lo cual requiere primeramente que los compositores y libretistas se deslastren del nocivo ego. Respecto a mi modesto proyecto Ópera Creativa, gente conocida me han hecho ver que tiene similitudes con lo que en su momento el gran Sergei Diagilev desarrolló para poder crear los grandes ballets rusos. Y conocí que ni siquiera Diagilev transitó un camino de rosas. Entre los proyectos a largo plazo de Ópera Creativa está en gestionar y consolidar el proyecto Estudio Creativo, donde propiciar la creación nuevas obras. En febrero de este año 2020 coordinamos unas excelentes clases magistrales sobre la interpretación de la ópera italiana dictadas por el reconocido maestro italiano Maurizio Preziosi a cantantes liricos venezolanos. De esa gran experiencia surgió una idea de cursar estudios de perfeccionamiento en el conservatorio Stanislao Giacomantonio de la ciudad de Cosenza-Italia. Esa idea ha tomado forma de convenio y ya se llegó a un acuerdo con la Universidad Experimental Pedagógica Libertador UPEL.
◙ Cuéntanos de tus experiencias. ¿Cómo ha sido el camino para llegar a ser el artista que eres ahora?
- Al llegar a Caracas, un amigo me motivó a estudiar apresuradamente un aria antigua que presentaría en audición para cursar estudios en la Academia Latinoamericana de Canto Carmen Teresa Hurtado, y fui rechazado por “no tener estilo”
Afortunamente llegué a las mejores manos posibles, al estudiar con la maestra Lotti Ipinza, la cual enfureció al conocer los dictámenes de esos seudo maestros. Pedirle “estilo” un joven que jamás ha estudiado canto es sencillamente desubicado. Quieren que el alumno les llegue formado.
En 1996 presenté audición para conformar el Coro de Ópera del Teatro Teresa Carreño y fui rechazado. Pero luego en diciembre de 1997 lo intenté nuevamente. Y agradezco públicamente al maestro Pedro Liendo, porque fue él quien valoró mi talento y con su particular voz y humor me dijo “Bienvenido barinor”.
Como la maestra Lotti ya no era quien dictaba las clases en su propia cátedra, fui a estudiar con una soprano rumana, la cual a las pocas semanas me dijo sin ningún tacto posible, que continuara mis estudios de electrotecnia porque con mi voz, no lograría cantar los grandes roles. Salí espantado ante el frío veredicto.
Fui a estudiar canto en el Conservatorio Simón Bolívar, un hermoso lugar donde con pena debo confesar que perdí un valioso tiempo, porque aunque se me decía que yo iba muy bien, yo lo sabía entonces, y lo reafirmo ahora, no estaban ni cerca de aportarme una técnica de canto sólida. Yo sencillamente daba dolorosos alaridos que maestros y público aplaudían.
Empecé estudios en una conocida escuela de música de Caracas, bajo la guía de un reconocido tenor venezolano que entonces desarrollaba una importante carrera. Cuando mis avances fueron evidentes, la Coordinación Musical del Teresa Carreño me invitó a audicionar el breve pero exigente rol del Sabio 1 de la ópera Los Martirios de Colón; y aunque se presentaron varios tenores yo fui seleccionado para cantar el rol en la siguiente temporada y para grabar el CD de esa ópera. Al volver a clases conocí desconcertado que ya no era estudiante de esa escuela.
Quedé muy afectado. No obstante seguí perseverando y logre figurar en papeles secundarios de las producciones del Teatro teresa Carreño. Pero un día acepté apoyar una protesta del gremio bailarines que conformaban el ballet del Teresa Carreño y en retaliación me sacaron de todas las producciones en las que estaba incluído. En el Teresa Carreño, así como en el resto del país, se desató la locura, el fanatismo disfrazado de posturas e ideologías políticas y empezó la cacería de brujas. Desde entonces les adversé y asumí frontalmente las consecuencias del apartheid.
Partí a España, donde en visita al Conservatorio iturbi de la ciudad de Valencia, conocí a la maestra Magda Tatai, la cual luego de escuchar mi audición me dijo que aunque tenía un importante material, tendríamos que empezar de cero. ¡Y así lo hicimos! Para mi sorpresa, la maestra no me cobró ni un solo euro.
En Venezuela acudí al maestro José Antonio Abreu para pedirle ayuda para continuar estudios en Italia, pero el maestro, que no era muy partidario de que nos fuéramos del país, me propuso participar en las clases magistrales que la gran cantante Mirella Freni, dictaría en la sede de Fundamusical. Agradecido con usted maestro.
Hubo un periodo en que felizmente se empezó a gestar la consolidación de un movimiento lírico enmarcado y soportado por un proyecto orquestal y coral muy exitoso. Pero tristemente los mismos maestros de siempre, sobre cuyos hombros recayó la responsabilidad de apalancar el proyecto, empezaron a aplicar criterios de selección evidentemente excluyentes, llegando incluso a referirse a cantantes que aún no cumplían los treinta años, como la “generación perdida”. Era requisito “sine qua non” ser prepúber y recomendado.
Cuando ya estaba por tirar la toalla, y luego de culminar dos carreras universitarias, dos diplomados y comenzar una maestría en política exterior, tuve la fortuna de conocer a nuestra gran artista y mejor ser humano, la soprano Mariana Ortiz, la cual en pocas sesiones me hizo entender y querer aún más a mi instrumento.
Desde entonces he disfrutado mucho callar muchas bocas, recibir halagos de varios que antes no daban un centavo por mí, y poner en su lugar a privilegiados y arrogantes jovencitos que pretenden de buenas a primeras, solo porque sí, apropiarse del espacio y las oportunidades que yo con tesón me he procurado. Simplemente he dicho “demuéstralo en el escenario”.
Ahora, luego de exorcizar a perversos fantasmas de la lírica nacional, empecé a estudiar por mi cuenta, a cantar con conciencia del instrumento, con amplio criterio, con mucha seguridad, desde el ímpetu y la pasión.
◙ Unas palabras o mensaje final?
- Uhm intentaré redactar una especie de decálogo (ríe). A los artistas de mi país les invito a ser perseverantes y honestos. Solo tú conoces tus limitaciones y potencialidades. No permitas jamás que ninguna vaca sagrada o funcionario de turno te anule y destruya tus sueños. Si te cierran la puerta, métete por la ventana. No te humilles a fin de recibir la ayuda de falsos altruistas porque expondrán tus miserias en las redes sociales para ganar seguidores. Apártate de aquellos que sólo muestran interés si hay dinero de por medio. No te sientas solo cuando algunos se aparten de ti por ser auténtico e irreverente. Sigue adelante pues vendrán otros genuinos artistas y público que valorarán tu talento e ideas. Viaja y visita los templos del arte lírico. La humanidad vive momentos cruciales y ningún bien material acumulado a expensas de renunciar a tus sueños vale la pena.
◙ Aquellos que se quieran contactar contigo a través de qué medios pueden hacerlo?